¿Hacemos Pimientos del Padrón ?
Los adoro. Son el acompañamiento perfecto para una buena carne y, claro, si estamos en plena época del pimiento del Padrón… qué mejor que saber un poco más de ellos y, sobre todo, lo fácil que son de hacer.
Este tipo de pimiento es una variedad que se cultivaba en un convento de Herbón en La Coruña, Galicia, pero venían de América. Su cultivo es de mayo hasta finales de verano. Tienen un dicho famoso «Pimientos del Padrón unos pican y otros no». Sólo el 10% (chispa más o menos) son picantes, eso sí, como te comas uno picante te acuerdas el resto de la comida.
Este factor de “aventura” hace que comas con una cierta intriga y claro, todo este misterio le da un punto único al plato ( ¿Será éste?- piensas cada vez que te metes uno en la boca)
Pero bueno, volviendo la tema, es en realidad un compuesto químico llamado capsaicina el responsable del picor. Que sólo unos pocos piquen está relacionado directamente con los métodos de riego y la falta de agua o con los cambios climatológicos bruscos, durante su cultivo.
Si quieres reconocer cuál puede ser el pimiento que pica, antes de cocinarlos, fíjate si ves alguno más puntiagudo de lo normal y de color mate, si es así, no lo pierdas de vista pues tiene toda las papeletas para ser un pimiento del Padrón picante.
PREPARACIÓN:
Cogemos unos 250 grs. de Pimientos del Padrón, lo lavamos muy bien y a la vez, vamos calentando una sartén con aceite a fuego normal.
Cuando el aceite esté caliente, echamos los pimientos y los tapamos; los dejamos unos minutos y les damos la vuelta.
Una vez que retiramos los pimientos de la sartén es cuando le añadimos la sal.
Es una receta tan fácil y tan buena que no hay mejor compañamiento.