Una cuestión de etiqueta

El fondo de la discusión sobre el futuro de Rioja es una cuestión casi pueril de etiquetas. Según aventuró Matias Calleja, enólogo de la bodega propiedad de González Byass Beronia, esta semana en Londres, «Creo que el Consejo Regulador pronto autorizará la inclusión de nombres de pueblos en las etiquetas «…. porque todo empieza y termina con el terruño. La verdadera filosofía del vino es vinculada a la tierra.’

Como saben algunos lectores, el ‘monstruo’ que es Bodegas Artadi ya no hace vino de Rioja, sino vino de mesa, a cambio de poder etiquetar sus vinos según subzonas. Grandes enólogos como Telmo Rodríguez y Álvaro Palacios coinciden en que es necesario algún sistema que profundice en los conceptos empleados en las regiones francesas más prestigiosas, como vinos de municipio, de paraje, o de parcela. Que los viticultores tengan la libertad para usar etiquetas de cada subzona.

Pero en todas las tertulias, discusiones y mesas redondas ha faltado una frase clave: ‘Porque el consumidor así lo demanda’. Por los muy buenos que sean estos señores haciendo grandes vinos, en cuestión del marketing andan flojos si se proponen lanzar un producto antes de saber si tendrá aceptación entre los consumidores.

En mis extensos viajes en el extranjero y por propia experiencia como importador de vinos españoles, no detecto entre ese mercado fiel, fidelísimo a los típicos caldos riojanos de siempre, ningún interés para riojas de parcela o de municipio. ¿Hace falta una nueva clase de vino (presumiblemente caro) que hasta ahora no haya existido? Por mucho que los grandes enólogos que han puesto sus ojos en La Rioja estén impacientes para mostrar sus logros y sus egos de artista, no hay constancia de una demanda de innovación proveniente del mercado. Los compradores habituales de vinos de Rioja, sean suecos, británicos, americanos, o españoles, no buscan otra cosa que vinos de calidad a buen precio y si creen que la manera tradicional de producir vinos de Rioja lo garantiza, todos contentos.

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AJ Linn

AJ Linn se estableció en España hace más de 40 años tras una abreviada carrera en Inglaterra vinculada entre otras cosas con la importación de vinos. Ha vivido en El Puerto de Santa María y Cádiz, ahora Marbella, y durante las ultimas décadas se ha dedicado a varios negocios, hasta que actualmente se limita a escribir sobre vino, gastronomía, flamenco y el estilo de vida español. Aparte de su columna semanal en el Diario Sur, sus artículos se publican con regularidad en medios de habla inglesa, tanto en España como en el extranjero.

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Comments

Reb abril 30, 22:43
Lo que dice este AJ Linn es cien por cien acertado. ¿Con caso 30.000 referencias de vino ya, nos hacen falta aún más, incluso a precios premium?
- Gastronews mayo 01, 10:22
  Muchas gracias por tu comentario