Brexit
En los bares ingleses de la Costa hay un sólo tema de conversación. Ya no se habla del imparable subida de la factura de la luz, ni las presiones fiscales, ni la imposibilidad de conseguir nata doble de Devon. Parece que el mundo entero se haya parado temporalmente hasta el día 23 de junio, fecha en que los británicos se acudirán a las urnas para decidir el futuro de su país. Nada menos.
El indiscutible es que la gran mayoría prefiere que el Reino Unido permaneciera en la Unión Europea. A todos le importa muchísimo poder seguir aprovechando de la Seguridad Social española, considerada muy superior a su homólogo inglesa, y desde luego para los pensionistas la prioridad es la continuación de su paga mensual. Pero a otro nivel algunas industrias puedan pasar mal rato. Las marcas como el queso Stilton, las empanadas Melton Mowbray, etc, actualmente protegidas por la legislación europea, serían válidas solo dentro de Inglaterra, hasta que se consolidaran nuevos tratados comerciales con le UE. Y la emergente y competente producción de vino inglés pudiera encontrarse frente a una muralla de impuestos al aspirar promocionarse cómodamente a los europeos.
Más grave, y tocándonos donde más nos duele, es la probabilidad de que los aficionados británicos de nuestros vinos de Rioja y Jerez, etc, buscaran alternativas entre los productos del antiguo Commonwealth, como Australia y Sudáfrica. Se calcula que los precios de vinos españoles (y franceses, italianos, etc) puedan subir hasta un 32% más en el caso de un Brexit, aunque en la realidad habrían acuerdos entre la UE y Gran Bretaña para rebajar esta cifra. Pero negociar este tipo de acuerdo tardaría varios años, y mientras tanto los productores españoles perderían su cuota de mercado. Teniendo en cuenta de que las Islas Británicas son, para muchas bodegas, su mercado principal, es algo sorprendente la ausencia total de advertencias sobre esta pérdida en potencia en los medios de comunicación. Ó probablemente es la filosofía española que se impone, porque objetivamente no hay nada que hacer, solo esperar a ver si haya Brexit o no haya Brexit.