¿Guía ó Lista?
Otro año más y otra edición de ‘Los Mejores 50 Restaurantes del Mundo’. Como guía gastronómica tiene escasa utilidad, ¿entonces para qué sirve? Cada cual tiene su propia opinión acerca de la inconfundible Michelin, y TripAdvisor no deja indiferente a nadie. Pero son legítimas guías internacionales, y cuando nos encontremos en lugares desconocidos, nos orientan para localizar sitios interesantes que se ajusten a nuestros gustos y bolsillos.
Tampoco la nueva versión de ‘Los 50 Mejores Restaurantes’ nos depara sorpresas. El Celler de C’an Roca, Asador Etxebarri, Mugaritz, Arzac y Azurmendi figuran en la lista, como casi siempre, y si alguien profundiza en ella se dará cuenta que Quique Dacosta ha caído al ‘segundo 50’ (como suena). ¿Quién sale favorecido de este aséptico ranking? Los restaurantes que forman el 60% de la Lista suelen ser europeos, con menús de degustación de una media de 300 euros. Cada año los primeros diez de la nueva Lista inevitablemente duplicarán o triplicarán su facturación en cuestión de días. Se da el caso de que, al ser nombrado en 2010 Noma ‘mejor restaurante del mundo’, aparentemente más de cien mil personas intentaron hacer reservas online en las 24 horas siguientes.
Como manual de referencia para el gastrónomo errante, ‘Los Mejores 50 Restaurantes del Mundo’ no tiene sentido por no estar ordenado geográficamente. Cualquiera que la evalúe fríamente no sacaría otra conclusión más allá de que se trata de una formidable operación propagandística, que simula estar al servicio del consumidor, y su razón de ser no puede alcanzar más allá de inflar el ego de sus colaboradores. Pero cedamos la última palabra al reputado chef neoyorquino Anthony Bourdain, hablando hace unos días de ello, ‘Todo el mundo colabora porque no quiere que la fiesta se acabe, y los hay que salen beneficiados, pero pienso que la mayoría de los chefs se dan cuenta que es una m……’ (Kitchen Confidential 19/4/17).
