El chef diferente: Diverxo
Me cuesta escribir su nombre tal y como él se reconoce en su marca, pero no puedo negar que su capacidad de reinterpretar lo cotidiano… me asombra.
Nada más entrar a Diverxo sabes que va a ser diferente; en italiano “diverso” significa diferente y en ocasiones no hay mayor halago que te reconozcan como tal.
La acogida es amigable, te hacen un recorrido por la cocina y no hay nada más gratificante que ver a “David” (es que no puedo poner una b) organizando al equipo y dando órdenes… de una cierta forma te asegura que su mano estará en cada plato.
Después te acomodan en tu mesa. En nuestro caso siempre somos cuatro, los que hacemos estas incursiones gastronómicas que son para nosotros como pequeños viajes de descubrimientos, por supuesto siempre gracias a nuestra organizadora particular Yolanda.
La mesa me resultó un poco fría, sin mantel pero los asientos lo compensaron ya que parecían sillones de avión privado. Me llamó la atención ver tanto cerdo y cerdito con alas, así que le pregunté a la responsable de nuestra mesa que a qué se debía y me dijo: “de pequeño, el chef fue a una restaurante muy bueno con su padre y le dijo cuando sea mayor voy a tener un restaurante de esta categoría y el padre le contestó cuando los cerdos vuelen” la verdad es que tiene su gracia y me parece una forma de no olvidar de donde nació su primera vocación.
Pero bueno… vayamos a los platos. El menú consistía en 22 pases divididos en: Viaje a las layas de Goa, Típico Yamcha de Hong Kong versión del chef ¿A qué sabe un “güoper” en Diverxo? Y de postre dibujos animados…Mundo dulce de fantasía.
Comenzamos con un aguacate asado lentamente con chutney de menta escabechada y tomates verdes, piel de oveja Malai Masala, que fue una gran entrada y lo que me gustó mucho es que era templado. Seguimos con el caviar asado, una delicia con yoghurt griego y varios platos más con toques hindúes.
Durante la cena, el personal de sala es amable y atento sin ser pesados, llaman tu atención con bromas y siguen el ritmo de la mesa con mucha facilidad. En esta tanda te hacen comer un plato con la mano, no quiero contar mucho más para que cuando vayas … lo disfrutes de primera «mano».
Mención especial tienen los dumping de nécora y el bocata de calamares, que forman parte del segundo bloque dentro del menú. El «Gúoper» plato de pato al royal es puro asombro, lo dejo aquí.
Los postres son divertidos, buenos y madre mía ¡cuantos recuerdos! El primero, Kakigori, es como para limpiar el paladear y me encantó, te prepara para todo lo bueno que viene después.
Un detalle que nos gustó a todos fueron los cubiertos, en especial una especie de pala que servía para comer con más facilidad las salsas y cremitas.
Estuvimos más de 3 horas para completar el menú y lo mejor fue que al final pudimos conocer al Chef… muy amable y cercano… mucho talento y pasión en cada rincón de Diverxo y eso se nota.
El primer plato
Segunda entrada de caviar asado
Lentejas Masala, buenísimas
Enslada de lechuga viva
¿»Strogonoff» viajero? mmmmmm!!!!
Este Kakigori, te prepara para los postres
Mi favorito
